Introducción
Hoy os proponemos adentrarnos un poco más en los bloqueos psicológicos. Vamos a diseccionar cada uno de los 5 mecanismos neuróticos o tipos de neurosis. Mostrando una visión más completa y comprensiva de las maneras en las que interrumpimos el fluir de la vida diaria. Un artículo algo más técnico de lo habitual, pero que he tratado de plasmarlo en un lenguaje accesible y llano. Tal como aquí aparece es una reescritura de una parte de la Tesina que realicé para la AETG. Deseo que os resulte interesante y nutritiva a los que os interese este tema.
La neurosis
Según la Terapia Gestalt propuesta por Frederick Perls y Paul Goodman en 1951, la llamada Teoría del self, lo que está a la base de toda neurosis es la represión. La represión es una forma de actuar que la creamos porque en su día nos fue útil para adaptarnos creativamente a alguna situación difícil. Consiste en poner entre paréntesis, ocultar o inhibir una parte de nuestra experiencia posible, ya que en aquel momento era mejor que podíamos hacer. Así que, allá y entonces, cuando la creamos, fue una acción sana que nos permitió sobrevivir en aquel entorno.
El problema viene después. Cuando, de tanto ponerla en práctica, se ha convertido en algo que realizamos ya sin darnos cuenta, pues nos hemos habituado. Y así que seguimos a día de hoy inhibiendo esa parte que, no solo ya no haría falta ocultar, sino que nos está impidiendo vivir plenamente. Por ejemplo, restándonos presencia en el aquí y ahora, mermando nuestras potencialidades, dificultándonos el contacto sano con los otros o paralizándonos.
Para mantener reprimido aquello que no queremos que surja al contacto con los otros, podemos utilizar cinco mecanismos. Y utilizaremos uno u otro dependiendo de las características y la intensidad de cada situación y de cada momento. Estos 5 tipos de neurosis o mecanismos neuróticos son: confluencia, introyección, proyección, retroflexión y egotismo.
El concepto de frontera de contacto
Abramos un pequeño paréntesis. Para entender mejor lo que exponemos a continuación, tenemos que recordar algo. Desde la Teoría del self, toda experiencia humana se produce en el “espacio” ENTRE un organismo y su entorno. En lo que llamaremos frontera de contacto organismo/entorno. Y no dentro del organismo como estamos acostumbrados a pensar. Así, toda sensación corporal, toda emoción, todo pensamiento, todo acto, y en definitiva toda experiencia humana, se da en la frontera de contacto entre el organismo y el entorno que le rodea.
Por ejemplo, si siento enfado, no lo siento yo solo, aisladamente y en mi interior. Sino que ese enfado que siento ha sido construido también por un entorno que me obstaculiza. Sin ese obstáculo no aparecería el enfado en mí. Así que es algo de los dos, del organismo y del entorno. O si siento tristeza, es también debido a que algo de mi entorno ha desaparecido. Podríamos decir que esa desaparición es co-responsable de la tristeza.
Nos adentramos así en una concepción de un mundo interconectado, de co-creaciones y co-responsabilidades. Alejándonos de la concepción individualista que hoy día impera. Esto conlleva amplias repercusiones que quizá abordemos en otro artículo.
Análisis de los 5 tipos de neurosis
Vamos a analizar a continuación el funcionamiento de estos mecanismos, diciendo para cada uno de ellos:
- De qué manera está configurada la relación entre el organismo y el entorno.
- Funcionamiento del mecanismo neurótico, y qué está inhibiendo.
- Cómo actúa hacia el organismo, para evitar la frustración que produciría aceptar lo que está inhibido.
- Cómo actúa hacia el entorno, para evitar el miedo que produciría ir hacia el entorno y poner en acción lo inhibido.
- Forma en que se libera parte de esta energía retenida, descargando tensiones acumuladas sin contacto real con el entorno.
Confluencia
- No hay contacto entre el organismo y el entorno, no hay experiencias excitantes, solo interacciones fisiológicas, poco o nada conscientes.
- Se impide cualquier novedad.
- Mantenerse exclusivamente en lo ya conocido, aferrarse a lo ya terminado, manteniéndose en estados sin interés. Se evita la toma de consciencia de cualquier sensación nueva, ya sea apetitosa o dolorosa.
- Apartarse de cualquier estimulo novedoso y apasionante que requiera un compromiso.
- Comportamientos histéricos, con escasa orientación consciente y manipulación deliberadas. Espontaneidad aleatoria, fantasías caprichosas, actos impulsivos e ineficaces, deseos inalcanzables y efímeros.
Introyección
- Hay algo del entorno dentro del organismo.
- No se toma consciencia del propio deseo y se acepta como propio algún deseo o norma social proveniente del entorno. Se borra así el entorno porque es tragado todo entero.
- Se desprecia lo que realmente se desea, por ejemplo, calificándolo de desagradable, inmoral o inmaduro. Y se pretende desear lo que realmente se rechaza, por ejemplo, auto-convenciéndose de que lo que le repele es algo deseable, bueno o conveniente.
- Se mantiene una actitud sumisa y resignada frente al entorno, con el que se identifica, tragándose sus normas y deseos sin pensamiento crítico, sin masticarlas previamente. Aceptándolas como parte de sí mismo.
- Se produce sufrimiento a sí mismo, critica con crueldad a otros y se queja constantemente.
Proyección
- Algo del organismo en el entorno.
- Cuando surge las emociones, se llegan a sentir, pero no se sienten como de uno mismo, no se asocian al propio comportamiento. Sino que se atribuyen al entorno, ya sea como una característica de éste o como dirigida hacia sí mismo por alguien de su entorno.
- No se reconoce la emoción como propia, por lo que no se ponen en marcha las acciones motoras que éstas nos empujarían a realizar, las inhibimos.
- Se mantiene una actitud de provocación pasiva, tratando de conseguir que sea el otro el que dé los pasos y realice las acciones que conllevan esa emoción no sentida como propia.
- Se imagina la escena emocional reprimida una y otra vez, llena de pensamientos y fantasías muy vivas. La realidad está cargada de desconfianza y proyectos lejanos.
Retroflexión
- Una parte del organismo hace como si otra parte del organismo fuera el entorno.
- La energía que surge para moverse, actuar y manipular el entorno se vuelve hacia uno mismo y hacia el propio cuerpo, ya que es lo único que se percibe como seguro.
- Se trata de anular obsesivamente lo que ya se ha hecho, de deshacer el pasado. Arrepintiéndose y lamentando de haber agredido al entorno.
- Trata de auto-destruirse a sí mismo, agrediendo a su propio cuerpo, generando dolencias psicosomáticas. También se procura fracasar en el asunto en el que está inmerso.
- Se mantiene obsesivamente implicado y activo en asuntos que controla y que le importan, pero que no logran su objetivo, vencido por la timidez y la paralización de la acción.
Egotismo
- El organismo está totalmente aislado del entorno.
- Exceso de control deliberado que impide la espontaneidad. Intenta asegurarse insistentemente que no hay peligro, que no van a aparecer sorpresas, que las posibilidades del el entorno están agotadas.
- Hay exclusivamente comportamiento controlado, manteniéndose a sí mismo bajo control, evitando cualquier proceso espontáneo.
- Trata de apropiarse del entorno, controlándolo para evitar sorpresas. Por ejemplo, atesorando conocimientos para resultar irrefutable, manteniendo el entorno bajo su poder.
- Crea espacios seguros para, manteniendo actitudes y comportamientos ya conocidos, actuar con cierta espontaneidad intrascendente.
Si deseas indagar un poco acerca de cómo pasar de estos mecanismos o tipos de neurosis a modos más sanos de comportamiento, puedes consultar nuestros anteriores artículos “3 pasos hacia la salud psicológica” y “Lo que cura es el vínculo“.
Paco Giner
Psicólogo en Valencia
Terapeuta Gestalt
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